A simple vista, el incipiente Lovecraft tenía un aspecto normal; sin embargo sufría lo que los expertos en psícología clínica denominan enfermedades psicosomátícas, las cuales, naturalmente, estaban empeoradas por los agitados temores y manías de su madre. "Durante un tiempo -comenta Sprague de Camp-, Lovecraft creyó que le estaban creciendo orejas puntiagudas, y que le iban a brotar cuernos en la frente. Sintió mucho no ver realizado su deseo de que sus pies se convirtieran en pezuñas." Sea cual fuese la razón de estos trastomos, Howard no tuvo más remedio que abandonar la escuela durante un par de años y, una vez en casa, su madre, su abuela y su tía Lillian, se encargaron personalmente de darle clases, pero luego no hubo más solución que contratar a profesores particulares.
Durante este largo espacio de tiempo, Lovecraft nunca perdió sus ansias por aprender; por elIo, al margen de sus estudios escolares y sus investigaciones, dedicó sus horas libres a leer gran cantidad de libros y novelas, especialmente todo lo concemiente al siglo XVIII, al horror, ficción o aventuras. Descubrir a Edgar AlIan Poe fue determinante. Siguiendo sus propias palabras: … “Poe fue mi caída, a la edad de ocho años vi oscurecerse el firmamento azul por las emanaciones corrompidas de la tumba". A partir de entonces fue cuando se lanzó a escribir varios cuentos de miedo, merced a los cuales pudo conjurar y sublimar parte de sus pesadillas nocturnas. Obras como "El Sótano Secreto o la Aventura de John Lee" (1898), "El Misterio del Cementerio o la Venganza del Muerto" (1898-1899), "EI barco místerioso" (1902), entre otras, son vivos testimonios de la constante fascinación que ejercieron sobre él, las cámaras subterráneas, las criptas malolientes, los túneles tenebrosos y las frías regiones polares. Su primer relato serio, "La Bestía de la Cueva", lo escribió cuando apenas contaba quince años, y toda su adolescencia fue una clara imitación literaria de los escritores góticos del siglo XVlIl, que era su siglo favorito.
Sobre esta misma época fue cuando se afilió a la "United Press Amateur Association" y publicó una revista mimeografiada que títuló "The Rhode Island Journa1 of Astronomy", la cual contenía datos sobre las posiciones de los cuerpos celestes, noticias de las propias observaciones astronómicas y resúmenes de crónicas periodísticas sobre acontecimientos concretos. Adquiríó asimismo un espindairscopio para poder estudiar los efectos que producía la radiactividad, así como varios telescopios, un microscopio y dos espectroscopios. También empezó a publicar varios artícuos mensuales sobre los fenómenos astrológicos de la época, artículos que publicó en el diario "Tribune", de Providence, y, por primera vez, vio impresa una obra suya, "EI Alquimista", escrita en 1909, en la revista "The United Amateur". Sin embargo, a pesar de estos éxiltos iniciales, no fue hasta pasados los veinte cuando Lovecraft comenzaría a escribir las obras que habrían de situarle entre los mejores escritores americanos de la narrativa de ficción. Y es que antes tenía que hacer otro gran descubrimiento, un sorprendente hallazgo que le paralizarÍa como una violenta sacudida eléctrica.
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